lunes, 1 de junio de 2015

NADA CAMBIA SINO CAMBIAMOS NADA





Me encanta una frase que se le atribuye a Einstein que dice que “Necio es aquel que haciendo lo mismo persigue un resultado diferente”.

Y es que muchas veces nos empeñamos en repetir una misma acción esperando un resultado diferente. La repetimos una y otra vez, sin plantearnos que ya está, que ese intento tuvo un resultado, un resultado que no era el esperado pero al fin y al cabo un resultado. Es como si nos planteamos atravesar una pared de 2m de ancho a empujones. Podemos empujar una y otra vez pero seguramente será más fructífero ir bordeándola hasta encontrar una puerta por donde atravesar.

Algo similar nos suele ocurrir en nuestras relaciones. Creemos que con la misma actitud, con las mismas  frases vamos a conseguir los cambios que a veces pretendemos en las personas con las que nos relacionamos. Por ejemplo si para corregir una conducta que no me agrada de mi hijos e hijas les repito la misma frase, en los mismos momentos, o tiene las mismas consecuencias el resultado lógicamente será …EL MISMO, es decir repetirá la misma conducta que queremos evitar, porque eso ya ha dado su resultado……y lo volverá a dar sino cambiamos algo.

De la misma manera que bordeando la pared podremos encontrar la puerta que atravesar, también a las personas podemos “bordearlas” y observar cual puede ser su puerta de entrada porque todas las personas la tenemos. Es cuestión de paciencia y perseverancia, y de practicidad. ¿Para qué desgastarnos empujando una y otra vez una pared inamovible? Resulta más práctico y efectivo CAMBIAR algo, ir probando poco a poco con la tranquilidad que da el saber que encontrar la puerta es cuestión de tiempo.